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viernes, 13 de mayo de 2011

Cerro Porteño rescata un punto de México

Casi oculto entre la defensa chiapaneca Jonathan Fabbro se mantuvo durante los 90 minutos que duró la batalla entre Jaguares y Cerro Porteño, el delantero de los paraguayos estaba esperando un balón para enfrentar a los felinos con una historia que parece no ser suya pero a la cual aún se aferran.

En un par de jugadas Fabbro se topó con el balón y ahí, dentro del área, trató de socavar el marco que era custodiado por Israel Villaseñor, pero los jugadores anaranjados se aferraban a su sueño.

Sin embargo, aunque Fabbro no lo logró meter el gol en el primer tiempo, cuando al marcador llegó el minuto 73 el delantero guaraní no dudo ni un segundo en disparar de primera intención, directo al marco; el balón fue desviado por Fuentes, pero su destino era el fondo de la red y la trayectoria jamás cambió.

Jaguares había tratado de mover el marcador a su favor, pero jamás lo hizo con la potencia que un equipo necesita cuando se encuentra en Cuartos de Final de la Copa Santander Libertadores.

Los dirigidos por el ‘Profe’ Cruz, con Edgar Andrade como su mejor elemento, buscaron hacer daño por la vía de los disparos de media distancia, y aunque el portero Diego Barreto despertó la esperanza de la afición chiapaneca al verse dudoso en un par de salidas, su meta jamás cayó.

José Guadalupe Cruz había dado la orden de compactarse en el defensa porque el cero era un triunfo en un torneo donde el gol de visitante hace más daño de lo normal, pero Fuentes no pudo evitar ese disparo de Fabbro y mucho menos Villaseñor.

Los chiapanecos recibieron así un golpe tan fuerte que les costó trabajo despertar, pero al final con el orgullo de un equipo que tiene poco que perder y sí mucho que ganar metieron un balón que el portero creyó haber sacado. Antonio Pedroza había entrado de cambio y con un remate de cabeza logró que la redonda cruzara la línea final.

ARBITRAJE
Sergio Pezzotta (ARG). Regular pues permitió que los jugadores utilizarán la fuerza de más, le faltó castigar un par de jugadas con tarjetas amarillas.

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