Uno de los referentes del equipo del “Mago” Markarián, sin dudas, es Claudio Pizarro. El “Bombardero” fue entrevistado en la página oficial de la Copa América y reveló que la blanquirroja es el “patito feo” de Sudamérica.
“En este momento somos el patito feo de Sudamérica. Somos el equipo que en peor nivel está. Pero vamos a buscar recuperarlo. Creo que podemos ser la sorpresa. Llego muy bien. Sin duda, voy a hacer una preparación especial cuando termine la temporada en Alemania para llegar lo mejor posible a la competencia”, dijo el delantero. “Pizza” confesó que le hace mucha ilusión disputar el torneo. “Llego muy emocionado y motivado, porque veo un nuevo grupo de jugadores que me da la posibilidad de creer en que se puede hacer un buen papel”, indicó. Saldremos del descenso Por otro lado, Pizarro analizó el momento que pasa su club: “Ahora estamos un poquito complicados con el Bremen porque estamos en zona de descenso, pero todos trabajamos para salir cuanto antes de esta difícil situación y esperemos que así sea. Tenemos plantel suficiente para poder salir de este momento”. Cuando le preguntaron quién era el mejor en su puesto, el atacante del Bremen se quedó con Lionel Messi. “Ronaldo juega más seguido como volante. Didier es importante, al igual que Eto’o y Rooney. Si tengo que elegir a uno en el mundo ése es Messi. Para mí está un piso por encima del resto”.
Lio Messi resolvió la ida de Semifinales de la Champions League al anotar los dos goles del Barcelona en un partido volcánico, caótico, polémico, repleto de estrés, tensión y odio ante Real Madrid, que da ventaja para el partido de vuelta donde se decidirá el finalista que irá a Wembley el 28 de mayo. Una rigurosa expulsión de Pepe envolvió de nuevo un ambiente irrespirable, que sólo Lio Messi, con su talento, supo aprovechar y de esta manera dejó claro quien es el 'puto' amo de la cancha, luego de que en días anteriores tanto Pep Guardiola como José Mourinho se enfrasacaron en una serie de declaraciones en donde el técnico catalán llamó al portugés 'puto' jefe y 'puto' amo. Ni Real Madrid ni FC Barcelona optan este año al premio al Juego Limpio de la UEFA. Eso seguro. El partido fue un accidente, que acabó con tres expulsados -Pinto, Pepe y Mouriho-. Dos de ellos -Pinto y Mourinho- sin estar en el césped. Real Madrid nunca quiso el balón. José Mourinho lo tuvo claro desde el inicio. Fue a por el 0-0. Sin complejos. Barcelona batió un nuevo récord de posesión de la pelota. En algunos momentos, con el 82 por ciento, cifra jamás vista en el Bernabéu. Real Madrid, tranquilo, esperó su oportunidad. Su receta: una contra o sus famosas acciones a balón parado que tanto respeto infunden a los futbolistas de Pep Guardiola. Puyol fue titular. Siempre dispuesto a jugar donde sea. Hoy le tocó en el lado izquierdo. Cumplió Mascherano de central al lado de Piqué. Cristiano apenas si entró en juego. Hubo un momento incluso que se enfadó con aspavientos con sus compañeros porque nadie presionaba la salida del balón de Piqué. El entendió que se fajó en solitario. Hubo miedo, respeto y nada de futbol. Una decepción de partido. Hasta la recta final del primer tiempo que el encuentro se convirtió en un volcán, en un barullo, en un caos, que acabó con faltas continuas. Wolfgang Stark, el árbitro, al pitar el descanso se encontró con una pelea callejera en la boca del túnel, que acabó con la expulsión de José Manuel Pinto. Todo llegó por un incidente con Alvaro Arbeloa que recogió todo el poso negativo que dejó la final de Copa en Mestalla. Una obstrucción suya a Pedro comenzó a calentar el ambiente. Barcelona no perdona que Arbeloa zarandeara a David Villa en la Final de Valencia. Había cuentas pendientes. Y se vieron en el campo.
Tras este 'parte de guerra', curiosamente, Real Madrid volvió a sentirse cómodo en el lío. Justo en el 45 dispuso de la mejor ocasión. Ozil, sólo ante Valdés, no pudo abrir el marcador. En el segundo tramo, Mourinho dio su primera vuelta de tuerca. Mandó a la ducha a Ozil. Entró Adebayor. Fue su apuesta invernal. Y en un momento clave como una Semifinal europea, tenía que tener su papel. Buscaba velocidad Mourinho, en un envite donde Pepe, volvió a ser el mediocentro avasallador del Clásico disputado en Liga. Su objetivo siempre fue Xavi. Con el trivote de Mourinho -Lass, Pepe, Xabi-, fue éste último -Xabi Alonso-, el gran perjudicado en la elaboración. Mejoró Real Madrid. Adebayor le puso pasión al juego. Ozil anduvo muy frío. Apretó, presionó e intimidó Adebayor a Víctor Valdés. El Clásico derivó en un escándalo permanente ya al decidir el colegiado expulsar a Pepe. Fue por una entrada a Dani Alves. A partir de ese momento, un nuevo envite. Era el minuto 61. Bronca en la grada, histerismo en ambos equipos y Mourinho también expulsado tras el incidente. Sin fUtbol, el espectáculo estuvo en la atmósfera de una grada que convertida en un infierno que animó más que nunca a su equipo. Jamás un Clásico tuvo tan pobre nivel de juego. Real Madrid, con diez, no pudo aguantar y se fue del partido. Pep Guardiola refrescó la banda derecha. Y Afellay, por fin para el FC Barcelona, se asomó a un día decisivo. Se fue de Marcelo y puso un balón de oro a Messi, que no desaprovechó. Ahí acabó el partido. Leo Messi, en la recta final, dejó su tarjeta de visita con un soberbio gol en acción individual.
Ficha técnica:
.0. Real Madrid: Iker Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Albiol, Marcelo; Xabi Alonso, Pepe, Lass; Ozil (Adebayor, min. 46), Di María y Cristiano Ronaldo.
.2. FC Barcelona: Víctor Valdés; Dani Alves; Piqué, Mascherano, Puyol; Xavi, Busquets, Keita; Pedro (Afellay, min. 71), Messi y Villa (Sergi Roberto, min. 90).
Goles: 0-1. Min. 76. Messi resuelve un servicio de Afellay desde la derecha. 0-2. Min. 87. Messi, en jugada personal.
Árbitro: Wolfgang Stark (Alemania). Mostró cartulina amarilla a Dani Alves (44'), del FC Barcelona. Expulsó con roja directa a Pinto camino del vestuario a llegar el descanso por un incidente con Arbeloa. Amarilla a Sergio Ramos (52'), Adebayo (82'), del Real Madrid y a Mascherano (57'), del FC Barcelona. Expulsó con roja directa a Pepe (61'), del Real Madrid por una entrada a Dani Alves. Y posteriormente a José Mourinho (64'), que siguió el partido desde la primera fila por protestar.
Incidencias: 75 mil espectadores llenaron el Estadio Santiago Bernabéu. Ida Semifinal de Champions League. Cerca de 3 mil hinchas del FC Barcelona animaron a su equipo. 21 grados. Un puntero láser iluminó desde el fondo norte a los jugadores del FC Barcelona.
El Cruzeiro de Brasil, dio un significativo paso en su intento de ganar la Copa Libertadores de América al derrotar a domicilio, 1-2, al colombiano Once Caldas en partido de ida de los octavos de final en Manizales (Colombia). El tridente sobre el que descansó el triunfo de Cruzeiro lo conformaron el arquero brasileño Fabio, el argentino Walter Montillo y Wallyson, quienes se las arreglaron para llevar los tres puntos a sus seguidores. Las dianas del triunfo fueron de Wallyson (72), y del paraguayo José Ortigoza (83), mientras que el descuento de los caldistas fue de Luis Núñez (89). "Sabiamos que podíamos ganar y lo hicimos", señaló a periodistas Montillo, quien se encargó, sobre todo en el segundo tiempo, de tejer las jugadas de gol para Cruzeiro. Aunque se fue del campo antes de terminar el juego, otro que se brindó entero por su camiseta fue el recién incorporado Brandao, quien con apenas 20 días en el equipo, hizo al menos tres remates de gol. Brandao está en Cruceiro cedido por el Oympique de Marsella francés. Por los lados de los locales el que más intentó fue Dayro Moreno, quien pateando de larga distancia, estuvo cerca del gol en al menos dos veces en los primeros 45 minutos. En la complementaria, las cosas fueron diferentes, porque apareció Montillo, quien inclinó el juego en favor de su equipo, que comenzó a manejar la pelota y tradujo ese dominio en goles. Por el contrario, Once Caldas no estuvo en su noche a tal punto que su delantero estrella, Moreno, falló, cuando menos, dos pelotas de gol increíbles en los últimos cinco minutos de juego. En la retina de la afición queda un equipo brasileño práctico, que juega bien y aprovecha las oportunidades de gol, que son los que al fin y al cabo dan los puntos.
Síntesis:
1: Once Caldas: Luis Martínez, Elkin Calle (Freddy Pajoy, m.77), Diego Amaya, Alexis Henríquez, Luis Núñez, Hárrison Henao (Mario González, m.69), Alexánder Mejía, Matías Mirabaje (Félix Micolta, m.53), Carlos Carbonero, Wason Rentería y Dayro Moreno.
Entrenador: Juan Carlos Osorio.
2: Cruzeiro: Fabio; Marquinhos Paraná, Gil, Mauricio Victorino,Gilberto (Vitor, m.82); Leandro Guerreiro, Henrique, Roger (Eberton, 46), Walter Montillo; Wallyson y Brandao (José Ortigoza, m.67).
Entrenador: Cuca.
Goles: 0-1, m.72: Wallyson; 0-2, m.83: José Ortigoza. 1-2, m.89: Luis Núñez.
Arbitro: El árbitro peruano Víctor Carrillo amonestó a Matías Mirabaje y Caros Carbonero del Once Caldas
Mientras que hizo lo mismo con Henrique y Gilberto de Cruzeiro.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores disputado Palogrande de Manizales, ante unos 15.000 espectadores.
El equipo de Asunción resolvió con dificultades el dominio local y solamente mostró como idea de ataque la búsqueda del punta argentino Roberto Nanni, que tuvo una ocasión clara para anotar a los 16 minutos y luego fue absorbido por los marcajes. El Estudiantes, claro para ordenarse y elaborar el juego desde la zona central que controlaba con amplitud, llegó en numerosas ocasiones al área del Cerro Porteño con posibilidades de abrir el marcador, pero careció de precisión en los pasos decisivos y no logró superar a una granítica defensa rival. En el comienzo de la segunda parte el Cerro intentó tomar la iniciativa y Jonathan Fabbro estuvo cerca de anotar, pero al equipo que dirige Leo Astrada le faltó solvencia frente a una formación estudiantil sobrada de carácter y carente de juego. El equipo paraguayo, duro en los marcajes, apeló a las faltas y las jugadas a balón parado pasaron a ser el mejor recurso del Estudiantes, disminuido por el bajón físico de Verón, cuya tarea creativa afrontó Enzo Pérez. Creció la figura del portero paraguayo Diego Barreto y se convirtió en la figura de un encuentro en el que el Estudiantes mantuvo las dudas que despertó en los tramos recientes del torneo Clausura argentino.
Síntesis:
0. Estudiantes: Agustín Orión; Facundo Roncaglia, Federico Fernández, Leandro Desábato, Germán Ré; Enzo Pérez, Rodrigo Braña, Juan Sebastián Verón (m.84, Leandro Benítez), Pablo Barrientos (m.88, Leandro González); Gastón Fernández y Hernán Rodrigo López. Entrenador: Eduardo Berizzo.
0. Cerro Porteño: Diego Barreto; Iván Piris, Luis Cardozo, Pedro Benítez, César Benítez; Jorge Núñez, Rodrigo Burgos, Javier Villarreal, Iván Torres (m.77, Luis Cáceres); Jonathan Fabbro (m.88, Mariano Uglessich) y Roberto Nanni. Entrenador: Leonardo Astrada.
Árbitro: Salvio Fagundes (BRA). Expulsado: Burgos (m.86) por doble amonestación. Amonestados: Verón, César Benítez, Nanni, Federico Fernández, Torres y Braña.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores de América disputado en el estadio Ciudad de La Plata, a 50 kilómetros al sur de Buenos Aires, ante unos 26.000 espectadores.
El Santos brasileño ganó por 1-0 al América y sacó ventaja en la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, que se resolverá la próxima semana en México. Un tiro de fuera del área de Paulo Henrique Ganso a los 38 minutos significó la victoria que dejó un sabor amargo para el equipo brasileño, puesto que no logró liquidar la eliminatoria en su terreno y tendrá que evitar la derrota en el estadio Corregidora de Querétaro. El Santos dominó el juego pero estuvo demasiado espeso, adoleció de lentitud en las transiciones y su principal estrella, el joven Neymar, estuvo prácticamente desaparecido hasta el final del partido, cuando los mexicanos le anularon a base de faltas. El América presentó una mejor cara en la segunda parte, pero no creó peligro en ninguna etapa y perdió el envite por el planteamiento conservador del técnico Carlos Reinoso, que optó por alinear un equipo mixto, para reservar fuerzas para el partido decisivo del próximo domingo, en el que las Águilas se jugarán el pase a la Liguilla del Clausura ante el Pumas. La medida le costó cara a los mexicanos, puesto que el Santos se apoderó del balón y se hizo dueño y señor del centro de la cancha, aunque el dominio de los brasileños tardó en traducirse en ocasiones, tanto por su falta de prisas como por el posicionamiento defensivo del América. Con dificultades para adentrarse en el área mexicana, bien guarecida, el Santos se encomendó a los tiros lejanos que llegaban con cuentagotas por obra de Danilo, Elano y Paulo Henrique Ganso. Ganso, uno de los jugadores más prometedores de Brasil, condujo a su equipo con autoridad, fue clave en la distribución del balón y abrió el camino del gol con un tiro raso desde la frontal del área a siete minutos del descanso. El entrenador del Águilas, Reinoso, intentó reaccionar en la segunda parte dando entrada primero a Ángel Reyna, que le insufló algo de aire al juego del equipo, y luego al goleador uruguayo Vicente Sánchez. A pesar del mayor equilibrio en el centro del campo, el América no conseguía poner en apuros a la defensa santista, que ha ganado en firmeza bajo la batuta de Muricy Ramalho. En la otra área, Neymar, que había estado poco participativo en la primera mitad, guió los ataques del Santos, a lo que los mexicanos respondieron con duras faltas sobre la joven estrella de la selección brasileña. La concatenación de patadas hizo que el entrenador del Santos le pidiera a su delantero que se reservase para evitar una lesión y el resto del equipo, muy espeso, no logró volver a poner en apuros a la portería de Guillermo Ochoa.
0. América: Guillermo Ochoa; Aquibaldo Mosquera, Diego Cervantes (m.43, Miguel Layún), Juan Carlos Valenzuela, Óscar Rojas; Rosinei, Diego Reyes, Nicolás Olivera (m.64, Vicente Sánchez), José Joaquín Martínez; Matías Vuoso (m.51, Ángel Reyna) y Daniel Márquez. Entrenador: Carlos Reinoso.
Gol: 1-0, m.38: Ganso.
Árbitro: el uruguayo Jorge Larrionda expulsó a Miguel Layún por doble amarilla (m.90) y amonestó a Óscar Rojas, Danilo, Aquibaldo Mosquera y Adriano.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores jugado en el estadio Vila Belmiro, de Santos, ante unos 11.000 espectadores, entre ellos Pelé.
Los errores defensivos aparecieron desde el primer minuto del encuentro. Jaguares salió desconcentrado y antes de los 10’ de la primera mitad ya se veía en desventaja después de una buena jugada por parte del conjunto colombiano que no desaprovechó la primera que tuvo para comenzar a darle rumbo al partido. El colombiano John Viáfara apeló a su tremenda velocidad para desmarcarse y recibir un balón dentro del área que simplemente centró para la llegada de Luis Páez, quien ya le había ganado la espalda a los defensores de José Guadalupe Cruz y sólo empujó la pelota ante la frustración y el lance inútil del guardameta Jorge Villalpando poniendo el 0-1 que cayó como balde de agua fría para los aficionados que asistieron al estadio. La reacción del conjunto chiapaneco no se hizo esperar. Rápidamente los cambios vinieron desde el banquillo en donde el Profe Cruz mandó al terreno de juego a Alán Zamora en lugar de Marvin Cabrera, rompiendo con la línea de cinco que había planteado en un inicio y buscando tener mayor presencia en el medio campo que le permitiera recuperar el balón y manejar de mejor forma el esférico. Fue el equipo colombiano el que volvió a llamar a la puerta a los 36 minutos cuando Viáfara utilizó el recurso del disparo de media distancia para probar a Jorge Villalpando que prácticamente no había intervenido en el partido. El mediocampista cafetalero sacó un riflazo a media altura que fue bien rechazado por el portero chiapaneco, aunque el rebote quedó servido para Páez, quien se llenó de pelota y no pudo disparar. Tres minutos más tarde, Jaguares tuvo su primera opción de peligro. Damián Manso cobró una falta en los linderos del área para meter un tiro que se colaba en el ángulo superior izquierdo de la cabaña sudamericana, aunque un extraordinario lance de Viera, portero de Junior, alcanzó para meter un manotazo y dejar todo en un tiro de esquina, ante la decepción de la afición naranja. Para la segunda mitad, el calor comenzó a hacer estragos sobre la oncena de Barranquilla. El equipo local adelantó líneas y prácticamente tuvo el balón la mayor parte del partido, aunque la efectividad y el peligro sobre la cabaña rival no fueron del todo agobiantes, por lo que tuvieron que recurrir a la pelota parada para empatar el marcador. Alan Zamora cobró una falta en tres cuartos de cancha, el centro fue muy bueno para la llegada de Jackson Martínez, quien completamente sólo en el área remató y mandó el esférico al fondo de las redes, decretando la paridad en el tanteador, aunque aún era un resultado muy pobre para los felinos. Junio cedió toda la iniciativa, dejó el dominio del partido al equipo de José Guadalupe Cruz que intentó con Manso, ‘Japo’ Rodríguez y compañía pero nunca terminaron de ahogar a la defensiva rival. De hecho, los colombianos aguardaron atrás para contragolpear y de esa forma hallar el gol que prácticamente les diera el pase a la siguiente ronda, y aunque tuvieron algunas oportunidades, Villalpando salió en una buena tarde y rescató el 1-1 que parece muy pobre para visitar el Metropolitano de Barranquilla la próxima semana, en la Vuelta de los Octavos de Final.
EL ARBITRAJE Buen trabajo del ecuatoriano Omar Ponce que no tuvo decisiones complicadas o polémicas a lo largo de los 90 minutos del partido. El partido no tuvo mayores fricciones, de hecho sacó la primera tarjeta amarilla a los 86 minutos y por ello el partido se mantuvo dentro de sus manos sin que interviniera en el marcador.
El Vélez Sarsfield argentino dio un gran paso para clasificarse a los cuartos de final de la Copa Libertadores al golear por 3-0 en Buenos Aires al Liga de Quito en el partido de ida de los octavos, que supuso una verdadera pesadilla para la formación ecuatoriana. El centrocampista Augusto Fernández (ms.7 y 10) y el zaguero Sebastián Domínguez (m.55) anotaron los goles del conjunto argentino, que hizo una demostración de fútbol del alto vuelo pero, irónicamente, cometió un único pecado: no ganar por una diferencia mayor. El Liga de Quito terminó el partido con nueve hombres por las expulsiones de Luis Bolaños (m.54) y Néicer Reasco (m.68), ambas por juego brusco. En el minuto 7, el uruguayo Santiago Silva se vistió de pasador al enviar un centro desde el sector izquierdo que Fernández cambió por gol ingresando de manera sorpresiva por la espalda de Diego Calderón. Y tres minutos después otra vez Fernández aprovechó un gran pase entre líneas de Juan Manuel Martínez tras una veloz diagonal desde la banda y hacia el centro del hoy imparable punta del conjunto argentino. El Vélez aminoró el vértigo con el que jugó los primeros minutos de la etapa inicial, pero volvió a imprimirle ritmo y velocidad a su ataque sostenido en el segundo tiempo.
Mientras, los sucesivos intentos fallidos del cuadro argentino por aumentar la ventaja dejaron la sensación de que la serie sigue abierta ya que los dirigidos por Bauza son conscientes de que nada es imposible en la altitud de Quito.
Síntesis:
3. Vélez Sarsfield: Marcelo Barovero; Fabián Cubero, Sebastián Domínguez, Fernando Ortiz, Emiliano Papa; Augusto Fernández, Franco Razzotti (m.70, David Ramírez), Víctor Zapata (m,36, Ricardo Álvarez), Maximiliano Moralez; Juan Manuel Martínez (m.86, Agustín Vuletich) y Santiago Silva. Entrenador: Ricardo Gareca.
0. Liga de Quito: Alexander Domínguez; Jorge Guagua, Norberto Araujo, Diego Calderón; Néicer Reasco, Enrique Vera, Ulises De la Cruz (m.82, Patricio Urrutia), José Valencia, Fernando Hidalgo; Luis Bolaños y Hernán Barcos (m.77, Walter Calderón). Entrenador: Edgardo Bauza.
Goles: 1-0, m.7: Augusto Fernández. 2-0, m.10: Augusto Fernández. 3-0, m.55: Sebastián Domínguez.
Árbitro: el paraguayo Carlos Amarilla expulsó a Bolaños (m.54) y Reasco (m.68). Y amonestó a Silva, Guagua, Domínguez, Fernández y Papa.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores disputado en el estadio José Amalfitani, en Buenos Aires, ante unos 20.000 espectadores.
