Cabañas, uno de los mentores de la clasificación guaraní al Mundial de Sudáfrica-2010 y perteneciente a las filas del América de México, reapareció en el gramado del estadio Defensores del Chaco, ovacionado por cerca de 22.000 espectadores.
El jugador recibió presentes de sus compañeros mundialistas y se abrazó con cada uno de ellos, en la que es su primera reaparición pública desde que fue atacado con un disparo en la cabeza en enero en un centro nocturno de la capital mexicana.
Los médicos que atienden a Cabañas le prohibieron disputar algunos minutos del partido, una posibilidad insinuada especialmente por sus compañeros de equipo, teniendo en cuenta que todavía tiene alojado el proyectil cerca de la nuca.
Los guaraníes, que jugaron con todas sus estrellas que disputaron la Copa del Mundo, iniciaron las acciones a un ritmo vertiginoso, con alta presión sobre el rival, moviendo con criterio el balón y ocupando con inteligencia los espacios.
A los 8 minutos llegó el primer tanto del volante Enrique Vera.
Fue una jugada orquestada desde atrás por Roque Santa Cruz y el mismo Vera, que limpiaron el camino para el ingreso de Haedo. Este, sin ángulo de remate, cedió atrás al volante Vera, uno de los goleadores guaraníes en el Mundial, quien de media altura venció al arquero Alvarado.
Era la diferencia que se veía venir desde el comienzo del partido.
A los 73, el otro volante goleador en Sudáfrica, Cristian Riveros, le puso la 'frutilla a la torta' con un golazo desde el sector derecho.
El portero Alvarado hizo un extraordinario esfuerzo para desviar la trayectoria de la 'Jabulani', pero esta se incrustó en forma espectacular en la red, escena que atizó la celebración de homenaje a Cabañas.
Los centroamericanos intentaron descontar a través de Michael Umaña y Bryan Ruiz, los mejores valores del cuadro visitante, pero la mala fortuna impidió sus anotaciones.
El arbitraje del argentino Federico Beligoy y la labor del portero paraguayo Justo Villar pasaron casi desapercibidos.
Sin embargo, los ticos reclamaron tímidamente una supuesta posición adelantada de Vera en el tanto que convirtió a los 8 minutos.
Los visitantes se empeñaron en llegar al gol del honor en los últimos minutos del encuentro, pero Paraguay supo controlar la ofensiva costarricense para mantener su arco en cero y cerrar una buena presentación ante sus hinchas y el ídolo de los guaraníes, el 'Mariscal' Cabañas.
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