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viernes, 6 de agosto de 2010

Final: Primera final de la Libertadores será en suelo mexicano

Inter de Porto Alegre y las Chivas de Guadalajara son los finalistas de la Copa Santander Libertadores, luego de ganar de visitante los mexicanos y marcar un gol también en esa condición los muchachos de Celso Roth.

La primera conclusión que uno saca después de observar los partidos de vuelta es que no hay modo de sacar ventajas con la condición de local.


En otro tiempo era casi imposible pensar que un San Pablo, un Boca, un Cruzeiro de Belo Horizonte, resignaran chances en el partido de vuelta.

La condición de local, la ventaja que ello supone –o suponía- no era factible de ser negociada.

Es más: los equipos que tenían que jugar todas sus posibilidades en un segundo partido como visitantes entraban a la cancha con una inocultable dosis de resignación.


A nadie se le ocurría pensar en hazañas.

Se podía soñar pero lo “normal” era perder de visitante. Mucho más en instancias decisivas.


Pues, señores, ello ha dejado de ser así.

Supuse “abierto” el duelo brasileño porque contradiciendo todo lo que se supone son deseos del imaginario colectivo “verde-amarelho”, los partidos terminan siendo de hacha y tiza y concluyen con una mínima ventaja de uno sobre el otro.

Tal cual.

Así sucedió.

Peleado hasta el final.

Y con gol decisivo producto de una “pelota detenida”.

Me equivoqué con Chivas.

Y también con la “U”.

Le terminó “pesando” la condición de local a los chilenos. Habrá que bucear en la cuestión mental, acaso exceda a la puramente futbolera, a los efectos de encontrar aquellos motivos que hacen que un equipo que juega de local termina sintiendo el “peso” de la responsabilidad.


Livianito, con una actitud impecable, allí fueron al ataque las Chivas y se lo llevaron por delante al conjunto trasandino.

Lo aceptaron los propios protagonistas.

“Fueron superiores” es la conclusión que sacó desde el entrenador hasta el último de los futbolistas de la “U”.

A confesión de partes, relevo de pruebas, dicen los abogados.

Si los propios protagonistas dicen que las Chivas hicieron mejor partido, poco queda para discutir.

Ganó bien el conjunto mexicano.

Y habrá que preparar una batería de psicólogos que puedan explicar porqué, de local, algunos equipos se achican y de visitante, otros, terminan agrandados y ganando.

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