Sólo así San Luis pudo marcar la diferencia. Dos minutos antes parecía que los de casa habían cavado su tumba cuando Amaury Ponce recibió la tarjeta roja, era entonces el 78’ y Querétaro tendría 12 minutos claros para atacar y aniquilar.
San Luis daba el último golpe como lo hizo con el primero, el equipo de Ignacio Ambríz pudo marcar la diferencia en la pizarra cuando el minuto 1 de juego aún no se concretaba. Aguirre había enfilado por el centro para ceder después a Medina, quien metió un disparo cruzado.
Pero Querétaro le demostró que no se dejaría vencer con tanta facilidad y al 14’ logró emparejar los cartones con un gol de Julio Nava. Lo que le siguió fue una batalla donde la agonía no pudo faltar.
Bossio se encargó de detener un penal cobrado por Wilmer y así le dio fuerza a su equipo; sus compañeros respondieron con un gol. Blanco hizo cruzar la redonda tras una jugada que Emilio López había comenzado desde el medio campo. Después, el 2-2, San Luis lo consiguió al 36’ cuando Arroyo cobró un tiro libre directo que la barrera terminó desviando.
La balanza se negaba a decretar un ganador porque ambos habían llegado al área contraria con constancia, porque ambos habían tenido ambición. Pero San Luis terminó decidiendo la fortuna a su favor, con una jugada de Othoniel que la tribuna festejó.
Al final, aunque Querétaro trató de reaccionar con un remate de cabeza de Romo, el esférico pegó en el poste y se fue fuera.
ARBITRAJE
Roberto García Orozco. Bien, siempre estuvo cerca de la jugada y marcó las faltas debidas dejando clara su figura de autoridad para evitar así que el duelo se le fuera de las manos. El único detalle en contra es que marcó un fuera de juego de Blanco que no era.
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