Tal vez, en la expulsión de Juan Manuel Vargas en el minuto 68, podemos encontrar la mejor explicación a lo que sucedió en La Plata: nos dejamos llevar por el descontrol.
En apenas cinco minutos, Uruguay sentenció el partido y, en una jugada infantil, el ‘Loco’ Vargas le quitó a la selección la chance de pelear más el partido.
Sebastián Coates fue a pelear una pelota dividida con demasiada vehemencia y le pegó a Vargas en la pantorrilla. El árbitro boliviano Raúl Orosco dejó seguir y el ‘Loco’, en muestra de impotencia y descontrol, le pegó un codazo que le costó la tarjeta roja.
Ojalá que la expulsión del peruano no la lamentemos en las eliminatorias. Hay que esperar el informe del árbitro, pero desde ya corre el riesgo de recibir dos fechas de suspensión. De ser así, no solo se perdería el duelo del sábado por el tercer puesto, sino que tampoco podría jugar en el debut de las Eliminatorias ante Paraguay, en Lima. Para efectos de la suspensión solo se toman en cuenta los partidos de torneos oficiales.
Vargas nunca se guarda nada. Ni cuando ataca, ni cuando defiende, mucho menos cuando le pegan. Pero esta vez se volvió loco y lamentablemente perjudicó a la selección.
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