Chile derrotó hoy a Paraguay por 2-0 y se sacudió las dudas que había generado el equipo por polémicas extradeportivas y tras caer goleado por 4-0 frente a Uruguay cuatro días atrás.
Borghi respira: Chile le ganó 2 a 0 a Paraguay en Santiago con goles de Contreras y Campos y dejó atrás los problemas de indisciplina. Los chilenos pegaron de entrada, aguantaron el cascoteo guaraní y lo definieron al final.
Chile se sacudió la resaca, dejó atrás ese mareo que le pegaron en Uruguay, donde perdió 4-0. Chile volvió a ser un equipo de fútbol, olvidando los escándalos mediáticos. Chile ganó: fue 2-0 a Paraguay, con goles de Contreras y Campos, en lo que fue la segunda victoria roja como local. Y Borghi respiró...
El Chile de Borghi arrancó el partido a puro ritmo, a puro nervio también. Tal vez con una premura exagerada por querer dejar atrás los incidentes de entresemana, la Roja atacó con más jugadores que ideas, con desbordes alocados por las bandas. No funcionó y no hubo chances claras de entradas. Había que usar la cabeza: a los 27', tras un córner, Contreras metió un preciso testazo para poner el 1-0, merecido por las ganas pero no por la claridad. A partir de ahí, Chile se serenó.
El arma de Paraguay, bien distinta a la del Bichi, fue la paciencia. Soltándose de a poco, bien armado atrás, los dirigidos por el Chiqui Arce nunca tomaron las riendas de juego. Esperaron. Tal vez demasiado, tal vez con excesiva tranquilidad. Y sólo preocuparon de pelota parada: ante una defensa chilena perdida de arriba, los guaraníes hicieron figura al arquero Bravo, que desactivó con justeza varias jugadas con potencial peligro. Aunque, cerca del final, el uno se salvó de una grosera pifia...
Chile también hizo revolcar al arquero rival, Barreto. Y, tras intentos infructuosos, a los '86 encontró el 2-0 que definió el partido a través de Campos, que había ingresado por Suazo a los '71. La Roja se sacudió la resaca y volvió al triunfo. El mal trago, el trago amargo, quedó atrás. Y Borghi toma. Pero toma aire.
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