Parecía partido amistoso pero los minutos finales del primer tiempo nos hicieron tomar consciencia de que era una eliminatoria de Octavos de Final de Copa Libertadores. Tuvieron que pasar 35 minutos para que los arqueros fueran inquietados, inútilmente, y las porterías se vieran horadadas por primera vez en el encuentro, pero fue hasta la segunda parte cuando todo se volvió un desastre para Jaguares de Chiapas.
Fue a los 35 minutos de partido cuando el ‘Tiburón’ de Barranquilla encontró el gol que le daba tranquilidad por unos minutos al ponerse arriba en el global y ampliar la ventaja que ya había conseguido la semana pasada con el gol de visitante. Un garrafal error en la salida de Jorge Villalpando fue el que dejó la pelota servida para que Carlos Bacca metiera un pase retrasado a la llegada de Juan Valencia, quien disparó a placer ante la inoperancia del meta mexicano y la desordenada zaga.
Sin embargo, los festejos del estadio Metropolitano duraron apenas cinco minutos, pues para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo y por ello Jackson Martínez emparejó el marcador con un golazo de cabeza después de un extraordinario centro del ‘Japo’ Rodríguez que terminó cruzando al portero de Junior, Sebastián Viera, para colocar la paridad en el tanteador antes de culminar el primer tiempo.
Hasta ese momento todo se había mantenido entre jugadas y llegadas que terminaron con disparo a gol pero sin inquietar mayormente al portero contrario. De hecho Alan Zamora con un disparo que se fue por encima y Viáfara con un tiro muy descompuesto habían mostrado que ambos equipos estaban en el terreno de juego pero sin las intenciones o las ganas de una instancia final de la justa continental.
Para la segunda mitad, ambas oncenas salieron con el mismo cuadro, aunque el equipo colombiano ya había adelantado líneas y dejó en claro sus intenciones por finiquitar la eliminatoria sin que esta llegara a la tanda de tiros penales, pues el 1-1 en la Ida combinado con el 1-1 en este partido mandaba todo a la definición desde los once pasos.
Fue ahí cuando apareció la mano del árbitro. El brasileño Heber Lopes acuchilló a Jaguares al marcar una pena máxima inexistente por una supuesta falta de Oscar Razo, quien también se fue amonestado, para que un par de minutos Luis Páez engañara a Villalpando y pusiera el esférico pegado al poste derecho de la cabaña chiapaneca para de nueva cuenta tomar la ventaja en el tanteador. Nada estaba escrito aún.
Al 63’ la magia apareció en el equipo de José Guadalupe Cruz, Edgar Andrade y Jackson Martínez se combinaron para realizar una excelente triangulación que le permitió a Andrade disparar al arco cafetalero pero su disparo fue rechazado por Viera que dejó el esférico en el centro del área para la llegada de Martinez, quien fusiló de pierna derecha poniendo el 2-2 en el partido pero el 3-3 global que le daba el pase al conjunto mexicano por el gol de visitante. Cuando parecía que la mesa estaba servida para que el equipo azteca manejara el partido y se metiera sin mayor problema a los Cuartos de Final, llegó el desastre y Villalpando.
El descaro con el que el portero de Jaguares jugó los minutos que estuvo en la cancha y el poco profesionalismo que mostró al ser relevado fueron muestra del vergonzoso partido que dio en Colombia y que prácticamente lo ponen con un pie fuera de la institución. Al 72’ Giovanni Hernández metió un centro a segundo poste que no llevaba absolutamente ningún peligro pero el arquero simplemente lo bajo para dejarlo en bandeja de plata a Carlos Bacca, quien sólo lo empujó al fondo de las redes y puso el 3-2 para el ‘Tiburón’.
Con dos terribles errores que costaron el mismo número de goles, José Guadalupe Cruz decidió remover del campo de juego a Villalpando. La furia y la rabia del ex portero del Puebla lo llevaron a cometer otra pifia más al encarar y hasta empujar a su Director Técnico por haberlo sustituido, por lo que tuvo que ser detenido por parte del cuerpo técnico chiapaneco y llevado a las regaderas.
Sin embargo, el caos no se detuvo ahí, Jackson Martínez agredió a César Fawcett y ambos se fueron expulsados, pero la adrenalina llegó hasta las tribunas provocando que un aficionado saltara al terreno de juego y fuera agredido por los jugadores mexicanos y hasta por el Preparador Físico que ingresó al terreno de juego sólo para patear al inadaptado cafetalero.
Pero el coraje bien encausado y la garra chiapaneca aún no aparecían. Cuando el panorama estaba más negro y cuando parecía que México se quedaría sin representantes en la Libertadores, apareció un cañonazo que envió el corazón de Jaguares junto con la pelota. Edgar Andrade recibió en tres cuartos de cancha un pase de Jorge Hernández y sólo se perfiló para sacar un tiro que se anido en las redes y selló el pase de Jaguares a la siguiente ronda con sólo tres minutos en el reloj. Más dramático imposible.
EL ARBITRAJE
Pésimo trabajo del nazareno brasileño Heber Lopes. El árbitro carioca marcó en el segundo tiempo un penal inexistente y que provocó que Junior encontrara el segundo gol en el partido, mientras que en los minutos finales perdió totalmente el control del partido quedando como un auténtico adorno sobre el terreno de juego y sólo observar como los jugadores de ambos equipos, cuerpo técnico y hasta aficionados hacían lo que les daba la gana.
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