En los diarios de Tuxtla Gutiérrez poco o nada se habla de Alianza Lima. Son pocos los colegas que saben que hoy, pasada la 1:00 pm., la delegación blanquiazul debe hacer su arribo a la capital del estado de Chiapas.
A nuestra llegada a estas tierras, algunos han tratado de averiguar algo más acerca del “rival peruano”. Pese al triunfo del miércoles en Lima, no se confían. Puede de que el nivel actual del fútbol peruano sea discutible, pero le tienen un profundo respeto.
De todos modos, para la llegada de Alianza esta tarde, se estima que no habrá mucha prensa en el aeropuerto ‘Ángel Albino Corzo’. No solo por ser un día no laborable, sino porque la prensa local no es muy aficionada a la cobertura exclusiva del fútbol.
Una partida en silencio
Unas horas antes, Alianza partió de Lima (pasada la medianoche) con la esperanza de remontar el 2 a 0 del primer duelo jugado en Matute. Esta vez los íntimos prefirieron guardar silencio, como medida tomada en la interna ante ciertas publicaciones que adelantaban el inminente fin de la ‘Era Costas’ .
En la previa, sin embargo, el técnico Gustavo Costas reafirmó su decisión de venir en busca de la sorpresa a Chiapas. “Como ya lo dije, aún quedan 90 minutos más por jugar y vamos con todo el deseo de darle vuelta al resultado. La clasificación aún no está perdida”, dijo el técnico, quien negó su alejamiento del club blanquiazul.
A su arribo a Tuxtla Gutiérrez, la delegación grone descansará y por la noche podría hacer algún tipo de trabajo ligero dentro de su hotel. Para mañana está previsto el reconocimiento del estadio ‘Víctor Manuel Reyna’. Y el martes se juegan su futuro.
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