Sus dos ‘pepas’ abrieron la goleada en Matute. El ‘Búfalo’ Ovelar no podía estar más feliz: ante la partida inminente de José Carlos Fernández al extranjero, era bien claro que él sería el reemplazante ideal, el nuevo goleador grone.
“Yo solo hago mi trabajo y eso es hacer goles –dijo al final del partido, cuando aún no le daban la mala noticia–. Al margen de quién los anote, lo importante es que el equipo ganó y no le pierde los pasos a los punteros”.
Luego vendría el drama. Por la noche le comunicaron que, debido al choque que tuvo con César Ortiz, se había roto los ligamentos de la rodilla derecha. Mañana lo operan y por lo menos tendrá dos meses de para. O tres.
Ovelar quizá sea el extranjero más piña que jamás haya pisado Matute. Esta nueva desgracia justo le pasa cuando se había convertido en el máximo artillero de su equipo.
Pasó las de Caín
Ovelar jamás la ha pasado tranquilo en Alianza. Muchas lesiones lo relegaron siempre del equipo. Incluso, es tan piña que contrajo dengue y se perdió la pretemporada aliancista. Ya sano, ha tenido que aceptar varias veces la suplencia. Su ánimo estaba afectado, pero sabía que llegaría su oportunidad.
“Estoy feliz porque las cosas se me están dando, pero tengo que reconocer que para llegar a esto tuve que pasar y soportar muchas situaciones difíciles”, dijo ayer cuando terminó el partido. La noticia de más tarde lo haría llorar: “Es la peor racha de mi vida”
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