La pica a la final. Alianza Lima venció a Juan Aurich y amplió su ventaja pensando en llegar a los Play Off de fin de año. En Matute, los dirigidos por Arrué supieron aprovechar las pocas ocasiones de gol que generaron para ganar el partido.
El solitario gol del encuentro lo marcó Roberto Ovelar tras picarle el balón a Diego Penny. El paraguayo ejecutó dos veces el penal, el primero lo mandó a la red pero el árbitro Carrillo lo anuló por invasión de área. En la repetición, el ‘Búfalo’ picó la pelota, marcando un golazo.
Con esto se cerró un encuentro que tuvo poquísimas ocasiones de gol. Aurich intento pero con muy poca penetración, mientras que el ingreso de Hurtado le permitió a los blanquiazules, tener mayor proyección por las bandas.
Por su parte, Reimond Manco regresó a los terrenos de juego luego de casi 7 meses de para. Alianza va rumbo al título.
Alianza sigue a paso firme. A falta de pocas fechas para terminar el Descentralizado, los blanquiazules están casi fijos en la final. Roberto Ovelar es uno de los responsables con sus goles. Hoy marcó y fue clave para que este triunfo se consolide.
“Todavía no estamos asegurados en los play off. Faltan seis partidos por delante y tenemos que ganarlos”, comentó el ‘Búfalo’ a CMD.
El delantero de Alianza Lima habló sobre la tranquilidad que tuvo para patear la repetición del penal.
“Fuimos más contundentes que ellos. Cuando me tocó ir al penal fui bien, sin nervios. Ellos sabían que el segundo penal iba ser complicado, pero supimos manejar la presión. Por eso le pegué diferente”, sentenció.
La afrenta de Diego Penny a Roberto Ovelar –tras la orden del árbitro Víctor Hugo Carrillo de repetir un penal ya convertido– enfadó al delantero íntimo. El arquero del ‘Ciclón’ le juró que en la segunda ejecución le taparía el penal. Y el ‘Búfalo’ no contestó hasta después de humillarlo con una clase única.
En las tribunas muchos hinchas insultaban al árbitro y temían que el paraguayo se tocara de nervios. Pero fue todo lo contrario. Ovelar se disfrazó de Sebastián Abreu en el Mundial y, con mucha sutileza, le ‘picó’ la pelota a Penny, quien hizo un gesto de resignación. Golazo. Y fue a gritarle el gol en la cara del arquero.
“Son cosas que pasan en el fútbol y quedan ahí –respondió Ovelar al referirse al incidente–. Pero tomar esa decisión, de picar la pelota, fue muy difícil. Igual me tenía mucha confianza. La hice y me salió un golazo”.
El ‘Búfalo’ contó que tuvo que salir de la cancha porque sentía dolor en la parte posterior de la pierna izquierda. “Pero no creo que sea de gravedad”, dijo el goleador aliancista.
Ese desgarro, producto de la exigencia del clásico, no lo alarmó en lo absoluto. Paolo Hurtado sabía que la paralización del torneo le serviría para recuperarse y volver a tiempo al once titular. “No es por nada, pero sé que recuperaré el puesto”, dijo entonces.
‘Caballito’ no se equivocó. Si bien no arrancó ayer por precaución, Arrué lo tenía como principal alternativa por si las cosas no marchaban bien ante Aurich. Con la lesión de Montaño al terminar el primer tiempo, el DT no lo pensó ni dos veces.
Nadie lo pudo parar
A Hurtado le bastó con su talento para transformar ese primer tiempo aburrido –saturado de faltas y carente de jugadas de gol– en un partido más atractivo.
El más agradecido fue Roberto Ovelar, quien tuvo en sus pies hasta dos ocasiones de anotar, tras el penal, gracias a los constantes desbordes del ‘Caballito’ por la banda derecha.
Por ese lado, Nelinho Quina ni Pedro Ascoy pudieron detenerlo. Cada vez que Hurtado se sumó por derecha, Aurich sufrió en demasía. Hurtado demostró que no puede ser suplente.
“Todavía no podemos decir que estamos en la final. Quedan seis fechas duras, pero nos acercamos al objetivo”, dijo al final con tono mesurado. ‘Caballito’ volvió y lo hizo para quedarse.
Y dejó los malos resultados atrás. Miguel Ángel Arrué levantó a su equipo luego de las derrotas en el clásico y la gira por Chile, y afianzó a Alianza en el primer lugar. Además, está invicto en el estadio de Matute.
Curiosamente, la última vez que perdió en La Victoria, como DT de los grones, fue ante Juan Aurich: en 2008, un gol de la ‘Rata’ Rodríguez lo dejó también sin su ‘chamba’ en el club íntimo.
Muy buena racha
Si bien llegó cuestionado al cargo, Arrué ha hecho que Matute sea un verdadero fortín para los blanquiazules. Solo Cristal ha podido empatarle. El resto siempre perdió cuando visitó a Alianza.
De esa forma, el técnico chileno va logrando que se prolongue la buena estadística que empezó Gustavo Costas: Alianza ya lleva un año y medio sin ser derrotado en su propio estadio.
Directo a los play off
Por más que no lo diga –y ayer no habló– en Alianza ya están casi metidos en la final nacional. Independientemente de que aún no se defina el rival (Aurich ya no es fijo), cayó bien por Matute que se haya asegurado que el segundo play off sea en casa.
Eso sí, ‘Picapiedra’ lo toma con humildad y espera primero que las matemáticas le sonrían. Esa es la clave de su buen momento en Alianza. La derrota en el clásico solo fue un traspié. El equipo sigue más firme que nunca.
No fue que le pesaran las ‘cuatro letras’. Los hinchas esperaban un show y Jhonier Montaño no pudo complacerlos. ¿La razón? Una inoportuna lesión lo sacó del cotejo ante el ‘Ciclón’.
El colombiano fue víctima de una contractura muscular en la pierna derecha. ¿Cuándo? El sábado pasado. Es decir, una semana atrás, en Chile y en pleno amistoso ante la ‘U’ ‘rota’.
Y pasó toda una semana sin que el dolor se vaya por completo. A Jhonier, sin embargo, le importó poco la lesión. ¿Por qué? Es que tenía todas las ganas del mundo de volver a hacer un show al ritmo de su derrier. De ser el conductor al que el equipo se acostumbró.
Y no pudo, pues. La contractura bendita le jugó una mala pasada, y lo escondió del partido. Lo relegó a ser uno más. Por ese motivo, tal vez, Alianza no tuvo la peligrosidad de otros partidos. La precisión de sus pases hizo falta.
Dale su remedio
Sus intentos por dejar ver al Montaño sano fallaron. Y eso que trató. Tanto, que en cualquier momento metía ‘la pata’ y pudo empeorar.
Por eso Arrúe decidió cuidarlo. Lo sacó para remojarlo en remedios y que mejore. Es que si un rasguño saca sus ‘cuatro letras’ de la final, nadie lo perdonaría. Ese es justo el partido más importante, y donde el ‘Potón’ debe brillar. El título es cosa seria.
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