Neymar fue el autor de los goles en la victoria 2-0 de Brasil y al final del partido denunció que fue insultado, cuando a los 77 minutos ejecutó un penal que él mismo había provocado.
“Me abuchearon bastante, incluso cuando fui a patear el penal”, dijo Neymar a Sportv. “Todo el estadio abucheando. Este ambiente de racismo es muy triste. Vinimos de nuestro país para jugar y nos pasa algo así. Es triste, prefiero no hablar de ello para que las cosas no se pongan peor”, añadió.
“Neymar fue abucheado porque creíamos que estaba fingiendo una lesión”, dijo Hamish Husband, portavoz de una barra de aficionados escoceses. “El racismo no tiene cabida en la “Tartan Army” (el nombre en inglés del grupo) y, si existiese, nosotros nos encargaríamos de eliminarlo”, expresó.
Tirar plátanos hacia los jugadores de raza negra fue una constante en el fútbol europeo en las décadas de los 70 y 80. La práctica ha sido erradicada en gran manera, junto a los cánticos racistas, pero aún suele darse en forma ocasional, sobre todo en el este de Europa.
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