La apretada victoria del representativo ecuatoriano Liga Deportiva Universitaria sobre Estudiantes de la Plata, por apenas un gol de diferencia, no le da garantía alguna de que podrá repetir el título de campeón de la Recopa Sudamericana que consiguió el año anterior, no solo por lo mezquino del marcador, comparado con los que logró contra el brasileño Fluminense cuando disputó en Quito las finales de la Copa Santander Libertadores y de la Copa Nissan Sudamericana, sino también porque el rendimiento que mostró en la cancha luego de que obtuviera los goles, dejó mucho que desear, especialmente en el segundo tiempo.
Debió arriesgar
Si no fuera por el ancestral respeto, casi convertido en miedo, que los equipos argentinos de fútbol le tienen a los 2.850 m.s.n.m. de altura Quito, los “Pincharratas”,’ hubieran debido arriesgar más para sacar un mejor marcador del que obtuvieron y así retornar a su país con mayor tranquilidad que la que les da actualmente ir al encuentro de vuelta con un gol abajo.
Si en el primer tiempo Liga fue durante los primeros veinte minutos un equipo veloz, y encarador, que aprovechó el buen desempeño de Lara y Ambrosi por la banda izquierda, así como la efectividad del delantero Barcos, en el segundo la cosa resultó diferente, pues fue poco o nada lo que realizó la plantilla alba para inquietar la valla rival y esto podría costarle muy caro en el compromiso del próximo 8 de septiembre, cuando le toque desplazarse a la ciudad de La Plata.
Es que la Liga de esta temporada no es la misma que se lució en los diversos torneos sudamericanos desde el 2008, muchos e importantes jugadores se fueron a otros equipos y sus reemplazantes todavía no están rindiendo de manera que el equipo pueda mantener su nivel anterior.
Definición del título
De acuerdo al reglamento de la Recopa Sudamericana edición 2010, será campeón el equipo que obtenga mayor cantidad de puntos y, en caso de haber empate en el puntaje al término de los dos juegos finales, el campeonato quedará en las manos del que tenga un mejor saldo de goles.
Aquí la situación se vuelve complicada porque la diferencia de apenas un gol no es para dar mucha tranquilidad a la gente de Liga, pero tampoco para hacer pensar a los argentinos que el marcador será remontado fácilmente en su estadio y que ya tienen ganado el título para exhibirlo en la sede del club.
Si se diera el caso de que Estudiantes apenas triunfara por la diferencia de un gol, entonces habría un alargue de 30 minutos y, si aún persistiera la igualdad, entonces el título se definiría por el lanzamiento de tiros penales.
Ahí si que la suerte puede estar para cualquiera de los dos rivales, sin importar historias ni pergaminos, como ya ocurrió en la definición de la Copa Santander Libertadores del 2008, cuando en el estadio Maracaná, Fluminense y Liga llegaron a esta situación, resultando más efectivo el plantel ecuatoriano, obteniendo así por primera ocasión dicho campeonato.
La lógica indica que los dueños de casa saldrán desde el primer minuto a atacar para convertir los goles que necesitan para zanjar el asunto a las primeras de cambio, pero ese mismo afán podría resultarles perjudicial ya que la gente de Liga Deportiva Universitaria bien podría aprovecharse de esta situación; no hay que olvidar el peligro que representa la figura del argentino Barcos en la ofensiva foránea, jugador que en cualquier momento o descuido de los ‘Pincharratas’ puede marcarles goles y ahí si se les vendría la estantería abajo a los dueños de casa.
¿Serán capaces los futbolistas de Estudiantes de vencer por más de un gol de diferencia a sus oponentes o estos sostendrán una férrea defensa que evite una goleada y les de la oportunidad de alcanzar un nuevo título internacional?
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