El Atlético Mineiro se clasificó a los octavos de final de la Copa Sudamericana al ganar al también brasileño Prudente con un gol en el último suspiro de Ricardinho (1-0) que evitó los penaltis.
El Atlético llevó la voz cantante y creó las mejores ocasiones, aunque la falta de puntería de Ricardo Bueno y Diego Souza, que desperdiciaron ocasiones cantadas, hicieron que el partido se fuese al descanso con el marcador inmaculado.
El técnico Vanderlei Luxemburgo se dio prisa en los cambios, hizo dos en la primera parte y el tercero en los instantes iniciales de la segunda, y apostó por una formación más ofensiva, aunque el Prudente aguantó el envite y continuó el equilibrio de fuerzas en el centro de la cancha.
La primera ocasión clara llegó a veinte minutos del final, en una etapa del partido en la que el Atlético se impuso con claridad, sobre todo gracias al empuje de Neto Berola.
Pero fue un tiro providencial de Ricardinho el que obró el milagro, a dos minutos de la conclusión, cuando en el estadio Ipatingão, de la localidad de Ipatinga, ya se temía por los penaltis, a los que se tendría que haber acudido al repetir el empate sin goles de la ida.
El club de Belo Horizonte jugará los octavos ante el ganador de la llave entre el Caracas y uno de estos dos equipos, el Independiente Santa Fe colombiano y el Deportivo Lara venezolano, que aún no han jugado la primera fase.
Síntesis:
1.Atlético Mineiro: Fabio Costa; Diego Macedo, Werley, Jairo Campos (m.32, Neto Berola), Lima, Fernandinho (m.45, Leandro); Serginho, Ricardinho, João Pedro, Diego Souza; y Ricardo Bueno (m.55, Obina). Entrenador: Vanderlei Luxemburgo.
0.Prudente: Giovani; Paulo César, Anderson Luis, Leonardo, Marcelo Oliveira; Rodrigo Mancha, João Vítor, Anderson Trindade, Wesley (m.67, Carlos Eduardo); Rafael Martins (m.80, Deyvid Sacconni) y Wanderley (m.85, William). Entrenador: Gilberto Nascimento.
Gol: 1-0, m.88: Ricardinho.
Árbitro: el brasileño Heber Lopes amonestó a Rodrigo Mancha y Marcelo Oliveira.
Incidencias: partido de vuelta de la segunda fase de la Copa Sudamericana jugado en el estadio Ipatingão de la ciudad de Ipatinga, ante escaso público.
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